17 de Julio. Tras unas intensas jornadas comiendo cosas marrones no aptas para diabéticos en Malacca y las ya míticas jornadas protonianas, nos dirigimos a Johor Barhu (esa ciudad de las mil y una pronunciaciones),al sur de Malaysia fronterizo con Singapur, donde nos recibiría con gran entusiasmo la española más singapuriense del mundo, Isabel, para hospedarnos en su "humilde morada" malaya. Allí nos presentó a su novio? marido? jim? (me empieza a fallar la memoria) singapuriense (de los de pura cepa)y nos empezó a contar su vida, obra y milagros. Como resumir la vida de esta mujer en unas pocas líneas??: la tía era una bioquímica afincada en Singapur que se había ido hacía unos ocho o diez años para allá abandonando familia en Palencia, amigos e incluso hasta su acento.La verdad es que logró montárselo muy bien, eso no había más que verlo porque al llegar a su casa a ninguno de los 4 nos pasó indavertida su pequeña colección de coches antiguos...Flipante
La chica, muy maja ella nos dejó dormir en su casa dos días a estos 4 desconocidos aventureros (yo creo que le dimos cierta penilla, como el que acoge a un chucho abandonado...)y tras una cena de spaguethis con tomate+ carne con wasabi (dioses!picaba un huevo!!) y una larga charla sobre nuestras peripecias, nos fuimos a la camita rendidos, ya que al día siguiente nos llevaría Isabel a Singapur por la mañana y por la noche nos recogería de nuevo para hacer lo mismo al día siguiente...La frontera entre Malaysia y Singapur es muy divertida... a Cris menos mal que Isabel la advirtió, porque si no aún estaríamos allí declarando por los videos que le quería hacer al policía tomándonos las huellas (pobre, quería que no se nos escapase detalle del viaje), y tras una pequeña confusión de un policía singapurés de Patri con un delincuente talibán pudimos llegar a la ciudad de los rascacielos y las mascotas extrañas (me pregunto quién sería la madre?? la sardina o el león??)...
Quéeeee bonitoooo es Singapur!!! Rascacielos enoooormes, ejecutivos/as de divos por las calles en plan armas de mujer y cómo no su parte selvática y su isla archimegaturística Sentosa.Y Jalan Besar!! Allí había junto a los más imponentes y modernos rascacielos, unas casitas coloniales (shophouses)en las que se vendía de todo, desde comida hasta libros antiguos, donde por cierto me encontré con Sean Conery trasladado en el tiempo de la peli de Indiana Jones (ver foto que lo atestigua). El primer día teníamos muchas fuerzas, pues habíamos dormido en una casa como dios (o Alá, o Sheeva) manda y nos pateamos las calles de Singapur con entusiasmo, viendo su espectacular arquitectura, pasando una comida de las que más me pude reír en mucho tiempo con nuestro particular papá Noel pitadel, y paseando por las callejuelas más típicas de la gran ciudad...
La noche en Singapur, paradójicamente, llenó la ciudad de luz...la ciudad estaba preciosa y los edificios imponían más aún si cabía. Aún nos aguardaban muchas más aventuras asiáticas, pero eso a su debido tiempo, así que no impacientéis, queridos fans de este, mi blog...
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